Una correcta alimentación y la práctica de actividad física ayudan a prevenir enfermedades crónicas y cardiovasculares, pero también evitan el desarrollo de males neurodegenerativos como el Alzheimer.

Nuestra alimentación debe ser sana y equilibrada, introduciendo a nuestra dieta alimentos variados y que nos aporten nutrientes y vitaminas suficientes para que nuestro organismo funcione adecuadamente.

Nuestra salud incrementa cuando tenemos a cabo una vida activa fisicamente. La actividad física y la esperanza de vida guardan una gran relación. En su defecto, el sedentarismo supone un riesgo para nuestra salud, favoreciendo el desarrollo de enfermedades.
Lo importante es desarrollar una actividad física adecuada a nuestras capacidades y que nos guste.

Para un estilo de vida saludable, es necesario no adoptar malos hábitos. Aquellas acciones o conductas negativas son dañinas para nuestra salud y nos traen como resultado una peor calidad de vida.

TIPS:

Ingiere frutas, verduras y granos integrales variados. Evitar consumo de bebidas con exceso de calorías.

Realiza actividad física al menos tres horas semanales.

Ten un equilibrio entre trabajo, familia y actividades recreativas. Mantén una actitud positiva y duerme entre siete y nueve horas.

Visite a un especialista para recibir asesoramiento.